Me gusta saltarme las normas, hacer lo contrario de lo que me aconsejan,tirarme de cabeza,acelerar a fondo. Lo lógico me aburre, lo perfecto me agobia, las ataduras me oprimen y lo rutinario me cansa. Y él, puede ser cualquier cosa menos perfecto, porque el riesgo está siempre asegurado, porque es impredecible, diferente y sobretodo porque siempre consigues sacarme una sonrisa.
jueves, 1 de diciembre de 2011
Puedes pedirme la Luna, ¡Qué locura!, fijo que te traigo un queso.
Es poco lo que tengo, el oro de mi tiempo, la flor de mis neuronas, y por supuesto la Luna.
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